La grasa de pollo es un subproducto que a menudo se descarta, pero que tiene múltiples usos culinarios y puede aportar un gran sabor a muchos platos. Es versátil y se puede utilizar de diversas maneras para enriquecer recetas, mejorando tanto el sabor como la textura de los alimentos.
Nutrición:Las grasas insaturadas presentes en la carne de pollo ayudan a proteger la salud del corazón.
Características:
- Composición: Contiene una mezcla de ácidos grasos saturados e insaturados, siendo estos últimos los más saludables para el corazón.
- Sabor: Tiene un sabor característico, ligeramente dulce y con un toque ahumado, que puede variar dependiendo de la dieta del pollo y el método de extracción.
Preparación:
- Cocinar a baja temperatura: Es ideal para técnicas como el confitado, donde los alimentos se cocinan lentamente en su propia grasa a baja temperatura. Esto resulta en carnes extremadamente jugosas y con un sabor concentrado.
- Saborizar: La grasa de pollo absorbe los sabores de otros ingredientes, por lo que es perfecta para añadir profundidad de sabor a tus platos. Utilízala para dorar verduras, carnes o para sofreír aromáticos como cebolla, ajo y hierbas.
- Reemplazo de otros aceites: Puedes utilizarla como sustituto de otros aceites en muchas recetas, siempre y cuando tengas en cuenta su punto de humo.
- Elaboración de manteca de pollo: Derritiendo la grasa de pollo y filtrándola, puedes obtener una manteca de pollo casera, ideal para untar pan, cocinar verduras o como base para otras preparaciones.